Cada vez son más las empresas que realizan todas las notificaciones a sus empleados mediante correo electrónico i intranet (comunicación interna a través de la web de la empresa). Esto trae consigo una ventaja notable: comodidad. Es mucho más fácil el acceso a este tipo de comunicación, más rápido y más inmediato, pero también trae consigo un problema y es que, ante un problema legal, a veces esa información no es recuperable. Por eso hay empresas de ciberinvestigación a nivel nacional que ofrecen distintas conclusiones para la obtención de análisis y aportación de información y pruebas. La principal actividad de Castellana Detectives, una de las mejores empresas de detectives privados, no es ni más ni menos que el cumplimiento normativo compliance, es decir, la lucha contra la corrupción empresarial y, por tanto, la lucha por la privacidad de ciertos datos.
Gracias a Castellana Detectives, tanto empresas como particulares, consiguen pruebas electrónicas, evidencias digitales, computer forensics e incluso peritaje informático.
Hoy en día, las empresas envían cientos de correos electrónicos diariamente. El intercambio de información entre las empresas y los clientes, los proveedores, empleados, es cada vez más elevado. Por ello, un sistema de comunicación certificada fehaciente es una solución para casos de conflicto ya que tienen validez judicial pero cuando no existe, lo mejor es acudir a un experto en ciberinvestigación.
Hace pocos días, una joven de Salamanca ganó un juicio contra su empresa por despido improcedente precisamente gracias a este tipo de investigación. La joven recibía toda la documentación por email, al igual que la mandaba ella (desde bajas médicas escaneadas hasta horarios de trabajo y comunicación interna entre departamentos) y tras ser despedida de un día para otro denunció a su empresa por despido improcedente. La joven asegura que la hacían trabajar más de 50 horas semanales estando dada de alta en la SS sólo 20 y cuando se quejaba le decían que regularizarían su contrato en cuanto la empresa mejorara un poco tras la crisis. Tras aguantar durante casi un año, se quejó nuevamente amenazándoles con una denuncia y la empresa rescindió su contrato alegando que la joven no rendía lo suficiente.
Una empresa de ciberinvestigación consiguió seguir la IP desde donde se enviaban los emails de los horarios que la joven recibía y pudieron demostrar, en el juicio, que sus superiores le mandaban horarios de más de 50 horas semanales, y que lo habían estado haciendo durante un año estando sólo dada de alta menos de la mitad de esas horas. Obviamente recibió la indemnización que le correspondía y la empresa la multa correspondiente, pero esto no se podría haber demostrado de no haber sido por ese seguimiento de los emails.
Ante estos hechos, desde noticiason recomendamos tener asistencia legal, tanto a nivel empresarial como a nivel personal, de modo que estemos al tanto de todo lo que concierte al mundo de Internet y de los pormenores que puede traernos utilizarlo de forma inadecuada.