Servicios y beneficios de una residencia de ancianos

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Pensar en el geriátrico no es algo que entusiasme a nadie. Sobre todo porque implica vejez y edad avanzada. A esto le añadimos el hecho de que se asocia a enfermedad y ya tenemos la ecuación negativa. No resulta para nada agradable ni atractivo. Sin embargo la realidad es bien distinta. No vamos a negar el hecho de que en las residencias de ancianos, mejor así que geriátrico, existen mayores con necesidades de cuidado especiales y mayor atención. Pero no siempre es así, ni todas las personas de avanzada edad, sufren achaques invalidantes. Existen diversos tipos de residencia y cada una de ellas cuenta con una cartera de servicios para cada situación.

Son muchas las ocasiones en las que son los propios mayores quienes prefieren trasladarse a este tipo de centros. Los beneficios que reporta y la tranquilidad que implica encontrarse en un lugar en el que todos están en situación similar, además de contar con todos los servicios y cuidados necesarios, adquieren importancia con el paso de los años. Todo esto, sea dicho de paso, en condiciones y situaciones normales, sin contar con casos especiales en los que la persona de avanzada edad, requiere algún tipo de atención especial.

De todo esto nos hemos dado cuenta tras visitar la Residencia Castilla Para Mayores, donde el trato familiar y la atención personalizada, hace que sus residentes se encuentren como en casa. Así nos lo hacen saber tanto empleados como convivientes. Por ello, hemos decidido hablar respecto a los servicios que ofrece una residencia y lo beneficioso que puede resultar en la mayoría de casos, irse a vivir a una de ellas. Siempre y cuando, ofrezcan los servicios necesarios en cada situación y la persona así lo quiera, salvo excepciones en las que es un hecho inevitable.

Lo que ofrece una residencia de ancianos

Llegado el momento, cabe la posibilidad de que nuestros mayores, requieran algo más que el apoyo de los familiares y amigos, o los programas de asistencia locales que proporcionan los servicios sociales. Es bastante común que este apoyo no sea suficiente para solventar las necesidades de algunas personas que requieren mayores cuidados y atención o, simplemente no pueden o quieren vivir de forma independiente.

Si reparamos en los servicios que ofrece una residencia para mayores, encontramos que se orientan, sobre todo a la atención médica y el cuidado personal. En algunos de estos centros, tan solo ofrecen el alojamiento y los cuidados básicos. Todo en función de las necesidades de la persona. Por otro lado, existen residencias altamente especializadas que cuentan con instalaciones y programas especiales, como puede ser el caso de las que acogen a personas con Alzheimer o demencias.

Así mismo, es posible encontrar residencias destinadas al reposo y cuidado de nuestros mayores. En este caso, suele tratarse de pequeños centros privados que, por lo general, tienen un cupo de veinte personas como mucho. De manera que pueden proporcionar un mejor cuidado personal y poner especial atención en las comidas. Cuentan con personal de enfermería disponible durante veinticuatro horas al día, aunque la atención medica no se brinda en el mismo lugar.

En cualquier caso, las residencias para ancianos, ofrecen una serie de servicios que suelen ser comunes y otros más especializados. Además de proporcionar una asistencia personal durante todo el día y la noche, las residencias para mayores, deben proporcionar los servicios básicos para la vida de los residentes. Es decir, servicios como ayudar en las tareas de higiene personal: bañarse, vestirse, ir al baño, etc. En consecuencia, las residencias de ancianos deben ofrecer como mínimo, los siguientes servicios:

  • Servicio de lavandería, proporcionando ropa de cama y toallas limpias.
  • Artículos de higiene básicos.
  • Instalaciones para actividades recreativas.
  • Diferentes terapias como la física, del habla, ocupacional…
  • Servicios dentales y médicos de salud mental.
  • Servicio de atención medicas a pacientes con necesidades especiales.

Aun conociendo este tipo de servicios básicos que deben proporcionar las residencias, debemos tener en cuenta que no todas ofrecen los mismos. Es decir, en algunas de ellas, brinda un nivel de atención médica superior, mientras que otras no disponen del personal o equipo adecuado para tratar cada dolencia. Por lo tanto, resulta esencial asegurarse de forma previa de que la residencia de elección, satisfaga todas esas necesidades particulares.

En lo que respecta a la atención especializada que pueden requerir los mayores y, deben formar parte de los servicios de la residencia en caso de necesidad, encontramos los siguientes:

  • Tratamiento farmacológico intravenoso.
  • Terapia de rehabilitación.
  • Terapia respiratoria.
  • Diálisis.
  • Atención especializada para pacientes con Alzheimer y demencia.

Por consiguiente, una residencia de ancianos que cuente con una mayor cantidad de pacientes con necesidades especiales, contará con el personal médico y de enfermería especializado para esas necesidades. Además de contar con un equipo humano de trabajo adecuado para ofrecer al atención adecuada a los pacientes.

Por último, señalar que los servicios básicos suelen estar acompañados de una amplia variedad de actividades recreativas, sociales, culturales o religiosas. Siendo habitual que se organicen eventos y actividades para hacer que los residentes participen, socialicen y, por supuesto, se diviertan.

Beneficios y ventajas de vivir en una residencia

Naturalmente, ingresar en una residencia de ancianos constituye una de las decisiones más importantes para las familias. Lejos de los prejuicios de antes, de los cuales, algunos permanecen, estos centros proporcionan en la actualidad, un entorno seguro, cálido y bien equipado. En él mismo, los mayores pueden mantener una excelente calidad de vida, con el apoyo de profesionales y realizando actividades adaptadas a su momento vital y necesidades. Conocer las ventajas que proporciona vivir en un centro para mayores, puede ayudar a tomar una decisión informada basada en el bienestar de la persona.

Una de las ventajas de este tipo de centros, reside en que se diseñan con la finalidad de atender tanto a aquellos mayores autónomos, como a aquellos que presentan algún grado de dependencia. Cuentan con equipos multidisciplinares para supervisar la salud física y emocional de cada residente, promueven la autonomía y, algo muy importante, evitan el aislamiento. La estructura de servicios que ofrecen y el ambiente, se enfocan en proporcionar una vida activa, en compañía y totalmente segura.

De tal manera que, como ya comentábamos con anterioridad, existen diferentes modelos de residencias para ancianos: públicas, privadas y concertadas. Algunas pensadas para ofrecer estancias permanentes, otras solo para ingresos temporales, como puede ser una recuperación médica o unas vacaciones familiares. Este abanico de posibilidades permite que se adapte la elección a las circunstancias particulares de cada persona.

Cabe señalar en este punto que conviene hacer diferencia entre las residencias para mayores y las casas de reposo para acianos. En las primeras se proporciona atención médica, rehabilitación, apoyo emocional y programas de estimulación física y cognitiva. Por el contrario, las casas de reposo se centran en el alojamiento y el descanso, existiendo menor intervención profesional. La elección de uno u otro modelo, reside en la asistencia que requiera la persona mayor.

En consecuencia, podemos hablar de las siguientes ventajas que ofrece vivir en una residencia para mayores. Con independencia del nivel de dependencia y que van más allá del cuidado personal:

  • Atención médica continua y personal cualificado para atender a los residentes, preparados para atender las patologías más frecuentes en la vejez.
  • Adaptación a los diferentes niveles de dependencia que presente el adulto, con servicios ajustados al grado de dependencia y las patologías que afecten a cada residente.
  • Acompañamiento continúo por parte del personal y el entorno social que crean los demás residentes.
  • Libertad para recibir visitas familiares dentro de un entorno que genera el vínculo afectivo, sin contar con restricciones de horario.
  • Flexibilidad en la duración de las estancias, pudiendo ser temporales.
  • Servicios completos de manutención, higiene, seguimiento médico, atención psicológica y rehabilitación, en un mismo lugar.
  • Actividades culturales, ocupacionales y recreativas, diseñadas con la finalidad de mantener activa la mente y la motivación.
  • Fomento del sentido de utilidad, asignando pequeñas tareas que se adapten a cada residente.
  • Estimulación de la autonomía, ayudando a que cada persona mantenga las funciones que conserva en buen estado.
  • Prevención del deterioro cognitivo y físico, realizando talleres específicos que retrasan la aparición de demencias y mantienen el cuerpo en movimiento.

Esta serie de ventajas hacen que las residencias se transformen en un entorno que promueve el envejecimiento activo, poniendo especial atención en el bienestar físico, emocional y social de cada residente.

Para concluir, añadir algunas de las razones que pueden hace que se valore la posibilidad de optar por una residencia de ancianos. Estas razones varían en función de la situación familiar, médica y emocional de la persona mayor. Siendo en muchas ocasiones un paso necesario en un momento concreto que puede deberse a cambios en la salud y la movilidad, necesidades de atención especializada o necesidades de apoyo emocional.

Por lo tanto, llegado el caso, hay que valorar la situación y las opciones disponibles. Elegir la residencia de ancianos más adecuada en cada caso, supone considerar algunos factores como la formación del personal, la atención que ofrecen, los protocolos médicos, la limpieza, el ambiente y las actividades que proporcionan.

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