Ya sabéis que hay zonas que son especialmente interesantes para veranear en un país como el nuestro. Somos uno de los países más turísticos del mundo, ahí están los datos para corroborarlo, pero es que tenemos la capacidad no solo de llamar la atención de una barbaridad de turistas internacionales (son más de 80 millones de turistas de más allá de nuestras fronteras los que nuestro país recibe a lo largo de cada año), sino que también somos la opción preferente para la mayoría de las personas que ya viven en España y que ven en otras zonas del país una serie de lugares perfectos a los que acudir durante el verano.
Soy vasco y puedo decir que vivo en primera persona lo que os comentaba en el párrafo anterior. Es verdad que adoro mi tierra y que creo que es una de las mejores zonas del país para vivir. La calidad de vida que tenemos en ciudades como Gasteiz, Bilbao o Donosti no la pueden tener en todos los demás lugares de la geografía española, pero es verdad que llega un momento, especialmente durante el verano, en el que nos gusta salir a disfrutar de las vacaciones. Lo peor que tenemos nosotros aquí arriba es el clima y la verdad es que hay momentos en los que también a nosotros nos apetece algo de sol, mejores temperaturas e incluso, por qué no decirlo, ponernos morenos.
Hay un lugar que nos gusta especialmente y al que miles y miles de vascos rendimos visita anualmente. Hablamos de una provincia como la de Cádiz, que es conocida aquí cariñosamente como “Euskádiz”. La verdad es que nos encanta porque es radicalmente diferente a lo que tenemos aquí y la verdad es que la habitual gracia y buen humor de los gaditanos nos vuelve locos. Además, las playas son de calidad y en ellas encontramos buena parte del descanso que andamos buscando durante todo el año. Nosotros vemos en la provincia de Cádiz ese descanso tan merecido que nos hemos ganado durante once meses del año.
Además, ir a esta provincia es una especie de tradición que se ha convertido en intergeneracional. Sí, es verdad que muchas de las personas que planifican unas vacaciones como de las que estamos hablando ya son de mediana edad e incluso jubiladas, pero es que también hay mucha gente joven, que ni siquiera llega a los 30 años, que decide pasar unos días en una zona como de la que estamos hablando. Hay una conexión entre los dos lugares que me parece digna de estudio y que, particularmente, nos hace muy felices a los vascos.
Quiero enlazaros un artículo publicado en La Voz Digital que no es otra cosa que una entrevista a Antxon Urrestarazu, una persona que conoce como nadie la relación que existe entre los vascos y una tierra como Cádiz. En esa entrevista, el protagonista indica que la fascinación que los vascos sienten por una tierra como la gaditana es asombrosa, es todo un fenómeno, un boom. De hecho, él es el autor de un blog conocido precisamente como “Euskádiz” en el que se habla de la huella histórica de los vascos en Cádiz. La relación entre las dos zonas se considera aquí como un activo vínculo turístico y gastronómico de ida y vuelta.
Pero está claro que hablamos de un desplazamiento que no es el más cómodo del mundo. Hay muchos vascos que van a Cantabria a disfrutar de sus vacaciones y que lógicamente no tienen ningún problema en coger el coche y plantarse allí en prácticamente menos de una hora. Pero cuando vamos a Cádiz la cosa no se puede hacer de la misma manera. Estamos hablando de un desplazamiento que es de toda la Península: unas diez horas en coche más los paros que tengamos que realizar. Es evidente que, en este caso, hay que optar por coger el avión para reducir el tiempo de desplazamiento e incluso para ahorrar algo de dinero.
Eso es lo que hacen la mayoría de los vascos que acuden a Cádiz cada verano: optar por el avión, que es la mejor manera de recorrer la distancia entre los dos puntos. Y, después, ¿qué? Desde el aeropuerto de Jerez hay que desplazarse hasta la zona en la que nos vayamos a hospedar de toda la provincia. Yo suelo confiar en Transfer Service Jerez, un servicio de taxi privado que es bastante útil porque puedo desplazarme hasta cualquier punto de la provincia gaditana e incluso de Andalucía con la máxima de las comodidades.
Es por este tipo de cosas por las cuales a los vascos no nos da ninguna pereza tener que desplazarnos hasta una zona como lo es Cádiz, que está tan lejos de nuestra vivienda habitual. Lo cierto es que esas facilidades, unido a que en esa parte del país nos sentimos como en casa, hace que cada año Cádiz se llene de vascos y que seamos uno de los pueblos que más confianza tiene en el turismo gaditano. La verdad es que aquí nadie se arrepiente de tomar esta decisión y tiene toda la pinta de que vamos a seguir acudiendo allí durante una cantidad mucho más grande de años.
Desde luego, está claro que entre las dos zonas tenemos una conexión que podríamos decir que es mucho más que especial. Y creo que así lo sentimos desde los dos lados. Solo tenemos que ver lo bien que lo pasan los gaditanos cuando vienen a nuestra tierra. En el deporte es uno de los ámbitos en los que mejor se ve una cuestión como esta. El Cádiz de fútbol ha estado varios años en Primera división últimamente y han subido cientos y cientos de gaditanos a estadios como San Mamés, en Bilbao, el Reale Arena de Donosti o a Mendizorroza, en Gasteiz. Ni que decir tiene que ellos allí ya se han sentido como en casa y siempre van a ser bien recibidos. A pesar de ser de zonas tan diferentes como el País Vasco y la provincia de Cádiz, un pueblo y otro nos llevamos mucho más que bien.
Pero no nos olvidamos del resto de Andalucía
Es evidente que los vascos no nos cerramos a nada que tenga que ver con un viaje. Y, aunque somos muy dados a viajar a Cádiz, no nos cerramos en absoluto a conocer el resto de Andalucía. En una noticia que fue publicada en la web de Gasteiz Berri se pone de manifiesto que Andalucía es la región preferida de los vascos para sus vacaciones y la verdad es que no es para menos. La variedad de cosas que se pueden ver allí y la amplitud del territorio andaluz son razones más que suficientes para hacer posible que los vascos y las vascas disfrutemos una barbaridad allí. Por eso siempre terminamos volviendo.
A fin de cuentas, la región andaluza tiene un sinfín de cosas que podemos ver durante unas más que merecidas vacaciones. Además de la costa gaditana y las del resto de las provincias que disponen de litoral, podemos pasarnos días descubriendo una de las ciudades más bellas del mundo, como es el caso de Sevilla. También podemos invertir tiempo en Córdoba y Granada, que son verdaderas maravillas. E incluso podemos disfrutar de unas vacaciones de invierno esquiando en Sierra Nevada. Hay muchos más planes posibles. No os olvidéis de lugares como Baeza, como Úbeda, como la serranía malagueña… Hay tantas cosas que ver que en Andalucía podríamos estar un año entero.
Y, además, hablamos de una tierra en la que se come bien. Ya sabéis que los vascos y las vascas adoramos comer bien porque vivíamos en una zona que es de las mejores de España en ese sentido. Por eso, cuando salimos a otros lados nos encanta mantener ese nivel en lo que a la alimentación se refiere. Y Andalucía cumple con nuestras expectativas, os lo podemos asegurar. El pescado es el tipo de comida que más nos suele atraer de esta zona, quizá porque coincide con lo que solemos producir en la nuestra. Creemos que hay pocos sitios en el mundo en los que se pueda comer mejor pescado que en Andalucía y en el País Vasco. Y así va a seguir siendo durante muchos años más. Realmente, la pregunta es si es posible que vaya a dejar de ser así en algún momento.
No me digáis que no es bonita la conexión que tenemos entre los vascos y los andaluces. Aunque es verdad que somos dos pueblos muy diferentes en muchas cosas, la verdad es que tenemos algo que nos une y que nos tiene que seguir haciendo especial ese contacto que tenemos a uno y otro lado de la Península. Estamos convencidos de que esa relación va a ser por los siglos de los siglos y que tanto unos como otros vamos a seguir realmente orgullosos de haberla edificado con unos cimientos tan sólidos y tan indestructibles como los que hemos venido utilizando.