Después de todos estos años donde la crisis llegó a un punto que pareció que nuestro país quedaba en pausa, ahora el comercio ha vuelto por sus fueros y parece que las empresas, no solo están creciendo en actividad en nuestro territorio, también el extranjero está siendo fuente de crecimiento.
Los Interpretes y Traductores Jurados Oficiales son los que mejor pueden ofrecerte soluciones para tu empresa. Por desgracia no se habla el mismo idioma y aunque se tengan conocimientos del inglés o del idioma al que se va, es necesario a veces tener la certeza de que el contrato que se firma ha sido entendido por todas las partes, lo mismo que el resto de documentos. Para contar con un traductor o intérprete de confianza, lo mejor es contar con un grupo de profesionales como traductorjurado.org, que han sido nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Estos son los que pueden aportar una gran experiencia basada en muchos años de experiencia profesional, garantizando que puedes encontrar la mejor calidad y exactitud a la hora de encargarle las traducciones juradas que necesites.
¿Qué es una traducción jurada oficial?
Muchas personas se lo preguntan. Básicamente es una traducción certificada que cuenta con la firma y cuño del traductor jurado. Esto lo que da es la misma validez que el documento original, lo que le da una validez que solo puede dar el profesional mediante un sello gubernamental, su fedetaria y la firma.
En cuanto a los traductores jurado, solo pueden hacer sus trabajos los que sean intérpretes y traductores jurados oficiales nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaciones (MAEC), como es el Iti. En el caso de otros idiomas españoles como el gallego, catalán o el euskera, quien les nombra es la Xunta de Galicia, la Dirección General de Policía Lingüística de la Generalitat de Catalunya y el traductor jurado de euskera que nombra el Gobierno Vasco. Al ser un profesional que está acreditado debidamente, es responsable de la fidelidad del documento con respecto al original.
Además del español, existen muchos otros idiomas que pueden necesitar a un traductor jurado. La lista es interminable, pero además de los más famosos o hablados en el mundo, como pueden ser el inglés, alemán, chino o francés, multitud de otros idiomas necesitan de un traductor.
La figura del traductor jurado puede aplicarse en muchos documentos de lo más variado: pueden ser desde contratos de todo tipo a escrituras notariales, pasando por licitaciones, poderes, certificados, etc.
Las empresas lo que buscan es tener la seguridad de que tantos los documentos, como las conversaciones (en caso de que también necesiten intérpretes) sean entendida por el interlocutor. Todo acuerdo se basa en el entendimiento de una serie de aspectos en el negocio sobre los que no debe haber espacio para los malos entendidos.
Es realmente importancia el trabajo de estos profesionales, por eso el Ministerio de Asuntos Exteriores es el que da fe de los conocimientos de unos profesionales sobre los que recae en muchos casos, una parte muy importante del acuerdo.
Desde luego que se traductor o intérprete no es un trabajo fácil y necesita por parte de los profesionales una constante práctica para que estén siempre en forma. A la hora de buscar traductores, lo más recomendable es siempre intentar que sean profesionales con buena fama por otros trabajos que hayan realizado anteriormente.
Cuando oímos de empresas españolas que llegan a acuerdos en países lejanos de idiomas complicados como Rusia, China o Japón, debemos tener en cuenta lo complicado que es muchas veces que países con diferentes culturas, modos de hacer y con distintas leyes lleguen a un acuerdo.
Ya es complicado muchas veces en España, donde muchas negociaciones se rompen hablando el mismo idioma, con lo que imaginaros negociando en un país extranjero. Por este motivo se necesita que el profesional en cuestión sepa con toda precisión qué es lo que se dice, el tono cómo se dice y sepa transmitirlo.
Aquí no hay hueco para medias tintas y o se sabe o no se sabe. A nivel empresarial está muy extendido recurrir a estos profesionales, pero siempre algún aficionado intenta hacerse hueco, mucho cuidado, pues ser traductor jurado es un trabajo donde los errores pueden llegar a costar muchos euros a la empresa. Siempre con profesionales, más tranquilidad y mejor servicio.