Según el informe de la consultora Nielsen sobre consumo de bebidas alcohólicas, en 2014 la tendencia volvió a ser la de caer. Esta vez fue un 5,1%, algo menos que en el año anterior (2013), en cuyo caso la caída fue de un 8,7%, tres puntos por encima. Sin embargo, existe un dato paradójico y es que mientras el consumo de bebidas con alcohol desciende, la ginebra sigue su escalada. Es el llamado “efecto gin tonic”. La popularización de este cóctel ha provocado que todo lo relacionado con esta bebida crezca, desde las propias marcas hasta las copas de gin tonic. El informe de la consultora informa de que la ginebra y el tequila han sido las dos únicas bebidas de las denominadas “espirituosas” que han crecido su nivel de mercado. En el caso del brebaje originariamente mejicano el crecimiento ha sido de un 1,7 % en 2014 por un 0’8 % en 2013.
Mientras, el ascenso de la ginebra ha sido mucho menos testimonial, alcanzando una subida de 4’9 % en su volumen de ventas en el año 2014, superando las ventas del anterior, en cuyo caso la subida fue de un tanto porcentual menor (un 2’1, menos de la mitad de la cosechada en este curso pasado). Esta subida porcentual tan notable se debe, fundamentalmente, a los adeptos del gin tonic. No es casual que, en conjunto a la ginebra, la tónica haya ganado un 5’6 % de adeptos en 2014, cuando en 2013 solo aumentó en un 1’5 %. Está claro que el denominado “efecto gin tonic” ha propiciado este dato. Y no solo eso, sino que este aumento de la venta de ambos productos (en este caso de la ginebra) ha sido el asidero al que se han tenido que aferrar el mercado de bebidas alcohólicas, que si no fuese por ello habría experimentado una importante caída en sus datos finales al cierre del curso.
La democratización del gin tonic ha supuesto el ascenso popular del combinado como bebida ideal para los tiempos de ocio. Lo que antes quedaba reducido a un grupo quizás más selecto de consumidores, de repente ha experimentado un salto sin precedentes para pasar a ser la primera opción del sábado por la noche en muchísimos casos. Todo ello ha conllevado que el mercado de productos que están en torno a esta bebida haya visto cómo crecía su influencia de una forma totalmente novedosa. Cuando se habla de gin tonic se tiene en cuenta hasta el tipo de vasos y recipientes en los que se presenta. Es importante el uso de copas para gin tonic, generalmente de balón, ya que, además, de la propia bebida, el combinado tiene una especie de marchamo de apariencia. No es lo mismo si el gin tonic se bebe en un vaso o sin los clásicos aditivos.
Este combinado, que se ha ganado el favor de los consumidores en poco más de dos años, pese a llevar años comercializándose, consiste, fundamentalmente, en la mezcla de ginebra (da igual la marca, aunque cada una aporta un regusto y una textura distintas) con tónicas de todo tipo (en este caso también es diferente según el modelo de refresco que se utilice para combinar). Además, por otra parte, los ingredientes extras aportan sabores únicos y hacen de cada gin tonic un cóctel único. Ese crecimiento en la curva de popularidad del combinado ha propiciado que en el mercado casero también ascienda el consumo, preparación y experimentación con el gin tonic. Este es el principal motivo de la subida porcentual en la venta de esta bebida alcohólica, y de su acompañante. Pero también lo es de que algunos elementos como las ya citadas copas especiales para gin tonic hayan tomado una relevancia que quizás hasta ahora no habían adquirido nunca.
¿Puede levantar el gin tonic el mercado de las bebidas alcohólicas? Es difícil de saber, pero lo que sí está claro es que podría contribuir a que se relanzase el mercado de los cócteles, que parecía estar algo apagado en los últimos años. Sería una buena noticia, ya que el resurgir de los cócteles iría parejo al resurgir de los componentes como vasos de combinado, copas para cóctel, mezcladores y todo lo relacionado.